Los Koguis vuelven al mar

Hace cinco siglos, antes de que los españoles hicieran del Caribe su ruta a las Indias, gran parte de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta vivían a orillas del océano, emprendían largas travesías en busca de pescado y recolectaban caracuchas, similares al caracol, que consumían trituradas y mezcladas con hojas de coca para pensar y comunicarse mejor.

“El mar era la madre”, dice el mito de creación de los koguis. Sin embargo, según cuenta Alessandro Martínez, del grupo de arqueología del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, con la llegada de los “bárbaros” muchos indígenas fueron sometidos y esclavizados hasta desaparecer, y los que sobrevivieron buscaron refugio en la montaña litoral más alta del mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta, donde el clima y las pendientes detuvieron a los españoles en su empresa conquistadora.

Allá han vivido por décadas koguis, arhuacos, wiwas y kankuamos, cuatro pueblos que cambiaron la pesca por la agricultura y terminaron adaptándose a una vida lejos del mar. Sin embargo, con las olas dejaron buena parte de sus sitios sagrados, “donde los mamos (sus máximas autoridades) se concentran, traen las ideas, la fuerza para gobernar, cuidan el equilibrio entre hombre y naturaleza e impiden tanta catástrofe”, según comenta José de los Santos Sauna, cabildo gobernador de los koguis.

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Punta Querandí: segundo incidente con EIDICO en una semana

Dos móviles policiales y uno del COT (patrulla municipal) acudieron a un llamado del responsable de barrios privados de EIDICO Nicolás Camaño. Luego este directivo ordenó a dos empleados sacar unos bancos y unos postes instalados para dar sombra en la costa del Canal Villanueva, así como un sauce que había sido transplantado recientemente. Las demás estructuras del campamento sobre la calle Brasil no fueron tocadas.

Vale recordar que Camaño estuvo involucrado en hechos de violencia contra Punta Querandí, y realizó numerosas denuncias judiciales contra integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha desde el 2010.

La semana pasada una pala mecánica violó la medida cautelar en un lote de las inmediaciones de Punta Querandí, el sitio público y sagrado de los pueblos originarios. Las autoridades municipales y policiales garantizaron los trabajos ilegales al argumentar que no estaban notificados judicialmente.

Este lunes al mediodía se pudo ver un despliegue completamente desigual en este territorio en conflicto hace más de tres años, ubicado en el paraje Punta Canal, localidad tigrense de Dique Luján.

La empresa ligada al Opus Dei sabe de violaciones. En abril de 2011, EIDICO burló una clausura municipal al disfrazar sus obras como parte de Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires, y destruyó una parte del terreno en al costa del Canal Villanueva.

El último árbol grande que quedaba en pie en Punta Querandí fue destruido en esa oportunidad. Los postes para dar sombra, desmontados por órdenes de Camaño en el mediodía de hoy, se encontraban exactamente en ese lugar.

Mientras, las grandes obras de los megaemprendimientos se construyen violando una medida cautelar con total impunidad, y la población se ve más arrinconada mes a mes.

Punta Querandí se mantiene en alerta ante estos últimos hechos.

¿Sabías que el fundador de Buenos Aires fue un genocida?

El pasado domingo, en la Plazoleta 11 de Junio de 1580, a un costado de la Casa Rosada, se realizó una autoconvocatoria frente al Monumento a Juan de Garay, asesino de miles de hermanos de pueblos originarios, a un día de la conmemoración oficial de la Segunda Fundación de Buenos Aires. Veinticuatro horas después, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, depositó unas coronas de laureles al pie de la estructura que homenajea al conquistador.

Todas las fotografías son de Leonardo Pace

¿Sabías que el funda...

Para muchos de los presentes, quienes hace algunos años defienden las evidencias materiales de las naciones preexistentes a Buenos Aires, era casi una obligación rechazar a quien podría considerarse el primer genocida de los pueblos originarios en este territorio. Sorprendía el dato de que no se hubiera hecho antes alguna manifestación vinculada a este polémico personaje histórico. La decisión estaba cantada: comenzar a hacer este repudio todos los años.

A las 14 horas llegaron desde Punta Querandí (Tigre) y desde otros lugares del Gran Buenos Aires algunos integrantes del Movimiento en Defensa de la Pacha, donde hace más de tres años se resiste al avance de mega emprendimientos inmobiliarios sobre sitios arqueológicos y enterratorios milenarios. A las 16, con la presencia de la Comunidad de Sikuris del Arco Iris, la música tuvo un peso muy importante. A su vez, se formó una ronda donde se intercambiaron opiniones sobre las realidades indígenas.

Si bien la actividad fue una suerte de “escrache”, la jornada fue muy relajada y se llevó a cabo en un ambiente familiar y de alegría, con la participación de grandes y chicos. Una de las banderas que se colgó en las rejas que rodean al “fundador de Buenos Aires” decía “Garay = Roca = Videla”, mientras que la otra pronunciaba “Nuestra memoria no es rencor, es honrar a nuestros antepasados”.

“Hagamos visible la resistencia indígena”, proponían los volantes que se distribuyeron, con un dibujo sobre el ajusticiamiento del conquistador por parte del cacique querandí Manuá en 1583, un hecho totalmente desconocido por los vecinos.

Pedro Moreira, fundador de la Biblioteca Inti Huasi de San Miguel, abuelo del pueblo kolla y referente de la lucha por Punta Querandí, expresó al iniciar el intercambio entre los presentes: «Venimos sin ánimo de odio ni de venganzas, lo único que intentamos decir es que estamos acá, que estamos volviendo, que los pueblos originarios estamos presentes”.

Por su parte, Valentín Callamullo, de Punta Querandí, expresó: “Es hacer un acto de presencia, estamos en territorio indígena, somos de pueblos originarios y gente nacida en Buenos Aires, más allá del color de piel. Todos tenemos como una responsabilidad saber quién fue Garay y no permitir que se vanaglorien a este tipo de personas”.

El jefe de seguridad de la Casa Rosada manifestó tener sangre mapuche, cuando se aproximó a preguntar sobre la manifestación, y confirmó que era la primera vez que tenían una protesta en el espacio de la plazoleta. Antes, un efectivo de la policía federal cuestionó si se había solicitado «autorización» al Gobierno porteño.

Desde la Plazoleta 11 de Junio de 1580, ubicada en la avenida Leando N. Alem a la altura de Rivadavia, la perspectiva es imponente. Un Garay engrandecido parece señalar a ‘su’ Buenos Aires, con una visión privilegiada a los símbolos representativos del poder de ayer y de hoy: el antiguo Fuerte de Buenos Aires (hoy Casa Rosada), el Cabildo y la Catedral; el Edificio Libertador sede del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Economia, el Banco Nación y la Cámara Argentina de Comercio, entre otros.

«NO TODO ES DERROTA»

“Venimos humildemente a reivindicar que estamos acá, como antes estaban los hermanos querandíes, guaraníes, chaná timbú, que supieron resistir a los conquistadores”, expresó Valentín, de familia quechua, refiriéndose a la primera fundación de Buenos Aires, abandonada en 1541, luego de cinco años.

El joven de Punta Querandí propuso “rescatar la otra historia”, y “quiénes más que nosotros (para hacerlo), que somos de diferentes pueblos y estamos acá por la misma razón que hoy no están los querandíes”. En ese sentido, destacó que “podemos reivindicar que no todo es derrota, acá hubo un acto de justicia en manos del cacique Manuá”.

Darío, vecino de San Fernando, militante guaraní y manifestante en Punta Querandí, expresó: “Así como lo hizo Manuá que no se quedó callado… el mensaje es seguir resistiendo, porque la invasión continúa”. En palabras del activista guaraní: “La historia oficial la tenemos que cambiar nosotros, esto como de lo de hoy lo tenemos que hacer más”.

Por su parte, Melina, activista quechua-aymara, dijo: “Esto se tiene que ver y saber en todos lados, es una lucha que viene de hace mucho y muy silenciada».

Valentín y Darío, propusieron rescatar la frase querandí Agassaganup o Zobá, que significa La luna los hará arrepentir. Una expresión que comenzó a mezclarse entre los Jallalla (en idioma quechua), los Marici Weu (en lengua mapuche), los Ñandereté (en guaraní).

“A todos los que siguen queriendo vender como progreso la contaminación y la destrucción de nuestro territorio, Agassaganup o ZobáLa luna los hará arrepentir”. Así cerraba cerró Darío su intervención.

LEVANTAR EL POLVO

Los integrantes de la Comunidad de Sikuris del Arco Iris y de la agrupación ORCOPO (Organización de Comunidades de Pueblos Originarios), también tomaron la palabra. “No tiene que ver con los colores de la piel, sino con la conciencia. Al hermano no originario le tenemos que compartir nuestra filosofía cósmica, que va en contra de la construcción de este Estado. Tiene que haber una resistencia que vaya por el cambio social”, expresó Enrique Mamani.

En tanto, Paris, militante del pueblo guaraní, expresó: “hasta hoy el Estado tiene a Roca en billetes, tiene a Garay como fundador, a Cristóbal Colón como el descubridor de América”. Eso prueba no sólo que “se sigue sin contar la historia correctamente como fue”, sino que “el Estado no acepta la cultura y la problemática de los pueblos originarios”, evaluó. “Esto va a seguir avanzando hasta que entre todos construyamos una alternativa diferente, de pensamiento político, espiritual, cultural, desde la educación, desde todas las áreas. Tenemos que empezar a hacer levantar el polvo”.

pueblosarg.indymedia.org

Todas las fotografías en http://argentina.indymedia.org/news/2012/06/815599.php