El príncipio de la libertad – Eckhart Tolle

El principio de la libertad es el descubrimiento de que tu no eres «el pensador». El momento en que empiezas a observar al pensador, un nivel mas alto de conciencia se activa. Entonces tu empiezas a darte cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, que el pensamiento es solo un pequeño aspecto de ese inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas que realmente importan: la belleza, el amor, la creatividad, el gozo, la paz interior… surgen desde más allá de la mente. Empiezas a despertar.

Este de video resume varias enseñanzas de Eckhart Tolle de una manera didáctica y entretenida. Una maravilla de claridad y entendimiento profundo. Para la escuela de la vida.

¿Quieres una relación consciente?

Maravilloso texto del libro «Mujeres que corren con lobos» de Clarissa Pínkola Estes. Habla sobre encontrar un hombre consciente pero es perfectamente aplicable a cualquier relación, a encontrar una mujer consciente, a encontrar una pareja consciente, a crear una relación consciente. Gracias.

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EXTRAÍDO DEL LIBRO: MUJERES QUE CORREN CON LOBOS.
Clarissa Pinkola Estes

¿Así que dices que quieres un hombre consciente, eh? Te das cuenta que esto requeriría que tú seas una mujer consciente, ¿verdad? ¿Sabes lo que eso significa? ¿Entiendes las demandas que inevitablemente vienen con esto?

Requiere tu todo. Requerirá que seas dueña de tu mierda, toda, incluso las más profundas, oscuras, ocultas, y desagradables partes.

Te verás obligada a enfrentar:
La bruja perversa dentro de ti.
La perra manipuladora que simplemente tiene que hacer todo a su modo a pesar del costo.
La prostituta que se vende.
La niña herida y necesitada que quiere que constantemente se le reafirme desde el exterior.
La destructiva mujer salvaje que derribará una ciudad entera simplemente porque se le da la gana.
La madre malsana que trata a su hombre como a un niño pequeño en lugar de como su amante.
Los años de ocultar las partes del yo que no son aceptadas en nuestra sociedad , tendrán que acabarse.

Tendrás que mirar directo a los ojos a tu desconfianza de lo masculino y decirle “jódete”. Tendrás que ser consciente cada vez que sientas que tu cuerpo o tu corazón se cierra. Y entonces tendrás que trabajar para abrirlo.

Tendrás que dejar ir la rabia, el pesar y el dolor que sientes hacia él. Tendrás que dejarte caer en un lugar de completa confianza y de corazón abierto, para que este hombre consciente te pueda llevar a lugares a los que nunca jamás podrías imaginar o no habrías ido por tu cuenta.

Hay una razón por la que ansías a un hombre consciente. Tu corazón y tu alma saben lo que es posible. Pero debes estar dispuesta a hacer el trabajo para llegar allí. Este no es un paseo de hadas por el aire, y no es para los débiles de corazón.

Hablar con tus ángeles no te llevará allí.
Abrir tu tercer ojo no te llevará allí.
Andar por la superficie y darle vueltas a la verdad de lo que eres, no te llevará allí.

Conocerte a ti misma te llevará allí. Conocer, ver, abrir y aceptar todos los aspectos de ti misma te llevará allí.
Dejar ir las barreras alrededor de tu corazón, tu vientre, tu yoni y cada otra parte de tu cuerpo te llevará allí.
Perdonar a cada hombre que te ha lastimado en esta vida y en todas las otras vidas que has vivido te llevará allí.
Perdonarte a ti misma te llevará allí.

Hay dos maneras de hacer esto:
1.- Haces el trabajo por tu cuenta. Abres, sueltas, sanas, llegas a la totalidad por tu cuenta y luego te encuentras con un hombre consciente que está en el mismo nivel que tú.
2.- Lo hacen juntos. Con un hombre que te encuentre en el punto donde estás ahora mismo. Evolucionan juntos. Él se convierte en conciencia, tú te conviertes en amor.

Esto es lo que es verdad, siempre atraes e inspiras a un hombre tan profundamente comprometido con la apertura al amor como lo estás tú, en este preciso momento; lo que significa que un hombre será consciente y presente en el mismo grado en que tú estés irradiando amor y permitiendo a la fuerza de la vida fluir a través de ti.

Si quieres un hombre consciente, ¡ve a buscarlo! Pero no esperes que caiga rendido en tu regazo. No lo hará. Es contra toda ley natural que existe.

Haz el trabajo con un hombre que te encuentre donde estás ahora o haz el trabajo por tu cuenta, hasta que un hombre en el mismo punto que tú te encuentre.

Todo lo demás son solo buenos deseos y cuentos de hadas.

 

El ermitaño

En la corte real tuvo lugar un fastuoso banquete. Todo se había dispuesto de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo con su rango. Todavía no había llegado el monarca al banquete, cuando apareció un ermitaño muy pobremente vestido y al que todos tomaron por un pordiosero.

Sin vacilar un instante, el ermitaño se sentó en el lugar de mayor importancia. Este insólito comportamiento indignó al primer ministro, quien, ásperamente, le preguntó:

– ¿Acaso eres un visir?

– Mi rango es superior al de visir – repuso el ermitaño.

– ¿Acaso eres un primer ministro?

– Mi rango es superior al de primer ministro.

Enfurecido, el primer ministro inquirió:

– ¿Acaso eres el mismo rey?

– Mi rango es superior al del rey.

– ¿Acaso eres Dios? -preguntó mordazmente el primer ministro.

– Mi rango es superior al de Dios. Fuera de sí, el primer ministro vociferó:

– ¡Nada es superior a Dios!

Y el ermitaño dijo con mucha calma:

– Ahora sabes mi identidad. Esa nada soy yo.

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