A veces me encuentro no estando feliz debido a ver a algún ser querido no estando feliz. Y me preocupo intentando buscar maneras de hacer que el otro esté feliz.
Si me quedo en esa creencia pueden pasar días, semanas, meses, años… depende de que importancia le dé a la relación sea será más intensa esa sensación de que algo falta, de que no puedo estar en paz porque algo pasa que está mal.
Sé que no puedo hacer que alguien esté feliz siempre, a veces ni siquiera un momento. También sé que la manera en que más puedo ayudar a la felicidad de los que me rodean es estando yo bien conmigo, estando en presencia, estando abierto y feliz.
El amor que pone como condición la felicidad de los demás para estar feliz no es un amor verdadero. Lo parece. Lo creemos en general. Inconcientemente creemos que estamos ayudando al preocuparnos por otros, por su bien, para ayudar. Pero entonces lo que estamos viviendo es preocupación. Es un amor que no ama, que lo que siente es tensión.
Por mucho que cree una historia sobre lo que está sucediendo argumentando que es importante, cuando siento adentro preocupación eso es lo que transmito a los que me rodean. El mayor bien que puedo hacer a cualquier ser es estar en paz. Ser el amor que sí ama, sea lo que sea.