La existencia, el universo físico es básicamente lúdico. No hay necesidad de algo más en absoluto. No va a ningún lado. Es decir, no tiene un destino al que llegar.
Esto se entiende mejor por analogía con la música. Porque la música, como forma de arte, es esencialmente lúdica.
La música, digamos, es diferente del viajar. Cuando viajas estás tratando de llegar a algún lado. Con la música, sin embargo, uno no se esfuerza por llegar al final de la canción. El objetivo es la canción.
Si consideramos la vida según la analogía del viaje, como una peregrinación que tiene un propósito serio en el final, y la cuestión era llegar hasta esa cosa en el extremo; hasta el éxito, o lo que sea, o tal vez el cielo después de la muerte; nos habremos perdido toda la diversión en el camino.
La vida es algo musical, y se supone que debes cantar o bailar mientras suena la música.
Alan Watts
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