Los límites de la danza

En los últimos días han aparecido muchas conversaciones sobre los límites en mis alrededores, y me han hecho recordar las palabras de un trabajo de Teatro Ritual con Clodet García. En mis recuerdos ella explica que el límite es lo que crea la diferencia entre el pantano y el río. El pantano es agua sin límites, que se expande por una superficie plana, estancado. El río tiene los límites de su cauce, que le dan al agua movimiento, dirección, fluir.

El límite nos ayuda a encauzar y avanzar, es la determinación, la autodisciplina, que no frena si no que acelera los procesos y las evoluciones. Que nos lleva hacia al mar recorriendo continentes y siempre de la mejor manera posible, atravesando montañas, saltando cascadas o creando barrancos. El río es vida que decide que nada puede pararle en su camino hacia el mar, el océano, donde se funde con el todo.

Y todo esto que suena tan metafórico y lejano en la vida cotidiana se puede encontrar todo el tiempo. Por ejemplo en la danza. En todas las danzas tradicionales hay bailes donde se trabajan los límites como potenciadores de la expresión. La organización de las danzas tradicionales suelen marcar un tiempo para el baile en pareja, otro para el baile común en solitario y otro para el baile exclusivo de uno de los danzantes. Esto ayuda a tener una contención donde todos se sientan cómodos. Esa es una forma de límites.

En el momento del baile en pareja se crea una unión y se cuida de ella.  En el momento del baile común pero por separado se crea una atención hacia el común, hacia el movimiento conjunto, el espacio entre ambos, que potencia la sincronía entre los bailarines a otros niveles. Y cuando se hace el baile exclusivo, donde uno se muestra al otro, ese momento de focalización de la energía crea una explosión de creatividad. Igual pasa en los combates de break dance dentro de la cultura Hip-Hop en calles o discotecas. También pasa en la Chacarera Argentina o en la Isa Canaria. Y en gran cantidad de rituales.

Esos límites los puede uno sentir incluso aunque no tenga pareja. Puedes bailar sola en casa, y hacerlo como si le estuvieras bailando a alguien durante un tiempo y otro rato como si estuvieras bailando sola, es muy diferente. Ambos muy ricos.

Es importante también diferenciar entre límite y limitación, ya que uno te encauza y el otro te retiene. Un límite es una elección que enfoca la energía hacia una dirección, dejando de valorar las opciones que ya se que no son las que quiero para mi vida. Es determinar que en mi vida sólo entra aquello que yo elijo, o que elige el límite que hayamos aceptado desde fuera. Eso puede ser una limitación. Límites externos aceptados inconscientemente se pueden convertir en grandes limitaciones, enfocar nuestra energía hacia cosas que no nos hacen bien. La limitación nos retiene, nos frena, nos desvía. Es el dique. Que a veces también es necesario, pero como etapa.