Infelicidad en las relaciones – Rupert Spira

Rupert Spira explica el proceso de auto-indagación (self enquiry) con un ejemplo muy cotidiano: siento que una relación me genera infelicidad… ¿Qué hacer con esto?

Video subtitulado en español.

Sobre el olor

Una amiga me escribe: «Esto lei hace un tiempazo en un libro escogido al azar en una librería enorme en Callao y Corrientes, lo abri en esta pagina, lei y me puse a llorar. El libro era caro. Ese dia conoci a Caro jaja. Casi 2 años despues me meto en la librería y voy derecho al único y mismo ejemplar, que ahi seguía. Lo abro, leo y lloro. Era caro, pero yo puedo vivir del aire, aprendí. Se lo mostre a Caro antes de ayer.»

sobre el olor

Del libro «Escucha la voz del hielo»

Gracias Luz

Yo sé quien eres

Permíteme preguntarte, querido ser apacible aquí sentado: ¿Con quién quieres estar? ¿Con alguien que vive en el drama y al que tienes que cuidar todo el tiempo? ¿O con alguien fácil para convivir, que escucha y que ama? Yo sé la respuesta, porque sé quién eres.

 

TRADUCCIÓN PROPIA

[Pharrell]
Yo sé quién eres, y sé lo que estás sintiendo.

Mal día, en el trabajo, jefe loco, loco o algo peor
Dedo, señalando, pero ellos, ellos dependen de ti
Inhala, exhala, dentro y fuera, como una foca
No no, o sí, sonrie cariño, sin estrés

Cuando tu ambiente parece brillar más
Sabes que vas bien
Y la situación no parece tan mala
Sabes que vas bien
¿Se imaginan que esto comenzó con una luz?
Sabes que vas bien
Una percepción de que nunca tuviste
Sabes que vas bien

[Alicia Keys]
Yo sé quién eres, y sé lo que estás sintiendo.

Di tu nombre, enrraiza, para vivir la vida, en el borde
Quiero que sepas, que yo veo, el poder, está en mí
No más, aquiescencia, levantando, sin estrés
Haré, lo que sea necesario, hasta que todas las mujeres en la Tierra sean libres

Cuando tu ambiente parece brillar más
Sabes que vas bien
Y la situación no parece tan mala
Sabes que vas bien
¿Se imaginan que esto comenzó con una luz?
Sabes que vas bien
Una percepción de que nunca tuviste
Sabes que vas bien

Yo sé quién eres, y sé lo que estás sintiendo.

Déjame que te cuente todo ahora
No me importa
Sé lo que estás sintiendo

[Pharrell]
Y chica no dejes que te digan que no te mereces relajar
Y si ellos no quieren unirse a nosotros, bien, pero es nuestro tiempo
Nosotros sólo sacudimos nuestras cabezas, y bailamos, el momento tan surrealista
¿No es triste? Hay gente en este mundo que no saben lo que se siente

[Ambos]
Yo sé quién eres, y sé lo que estás sintiendo.

La felicidad eterna

Sin la intromisión de la mente personal, se observa que la vida se desarrolla en una forma natural y armoniosa. No pierdas el tiempo simplemente deseando que las cosas mejoren. Todo el mundo lo hace y por eso nadie es realmente feliz. Nos perdemos la verdadera vida. De hecho, la felicidad surge cuando dejas de perseguir algo que no sea tu propia naturaleza pura. Y esta felicidad se queda contigo.

La tendencia universal en los seres humanos es buscar la felicidad duradera en el campo de nombres y formas, un campo transitorio. Esto es realmente una forma de evasión, una distracción de lo que es eternamente presente y siempre perfecto dentro de nosotros, nuestra naturaleza divina y Ser.
Ignorar la verdad es la principal causa de la miseria.

Evita las expectativas y sobre todo sé consciente de la tendencia de esperar lo «siguiente» como una promesa de felicidad: la siguiente buena sensación, la siguiente aventura o invitación de la mente; en una palabra, la siguiente experiencia que, en realidad, hace todo lo contrario: hala tu atención de la presencia pura, el asiento del gozo.

Nadie ha experimentado alguna vez «el futuro». Reflexiona.
Todo es imaginación.
¿Cómo transformar estas tendencias?
Simplemente, comienza a prestar atención al natural estado libre de pensamientos, el sentido puro de la existencia, el sentimiento «Yo soy» que está naturalmente presente en ti. Levanta la atención de la mente, el tráfico, y déjala reposar en la conciencia impersonal. Sigue haciendo esto cada vez que la atención se dirige hacia los objetos de los sentidos o el auto-interés obsesivo.

La auto-atención es el comienzo del verdadero auto-descubrimiento.
Devuelve el tiempo de atención y de nuevo a su fuente, el Ser Uno. Adáptate a permanecer en tu estado natural y neutral del ser, que es un estado de vacío.
No tengas miedo de esto, de hecho adáptate cada vez más a estar vacío. Este vacío y el gozo son sinónimos. Son uno. Esto es realmente lo que se quiere decir el dicho «disfrutar de uno mismo». Es un estado de satisfacción, sabiduría, amor y felicidad imperecedera.

~ Mooji
25 de marzo de 2014

El Paraíso Perdido

Érase una vez, en una gran ciudad, un niño llamado Filipo. Él gustaba de jugar, de la naturaleza y de los animales, mas no encontraba muy a menudo oportunidades para eso en su casa. De hecho Filipo veía que casi todo al mundo a su alrededor estaba siempre preocupado. Y él tenía un recuerdo que no conseguía encontrar en sus vivencias: la Felicidad.

Filipo recordaba una sensación de paz, de levedad, de unión… la Felicidad. No sabía muy bien cuándo la había sentido, si antes o después de nacer, pero tenía totalmente claro el recuerdo de esa sensación. Un día (porque siempre llega un día en los cuentos), Filipo se decidió a buscar la Felicidad. Comenzó preguntando a sus padres si ellos sabían donde estaba. No supieron darle una respuesta. Siguió preguntando a todas las personas que se encontraba, y sólo una supo responderle, su abuela. Ella le dijo que no sabía exactamente donde estaba la Felicidad, pero que había aprendido que la Biblia podía llevarte hasta ella.

Entonces Filipo abrió la Biblia y encontró una pista: El Paraíso Perdido. Allí encontraría la Felicidad que recordaba. Salió de su casa y comenzó a caminar en busca de ese lugar, sin saber hacia donde iba y convencido de llegar. Salió de la ciudad. Y siguió caminando. Siguiendo su guia interna. En el camino se encontró con una chica, Manuela, que también iba buscando su Verdad. Charlaron y se dieron cuenta de que más allá de las palabras iban buscando lo mismo. Así que decidieron unirse y caminar juntos.

Filipo y Manuela recorrieron primero las montañas y los rios. Y no hayaron lo que buscaban. Decidieron entonces ir hasta el centro de las selvas y los desiertos. Allí tampoco. Luego aprendieron a manejar submarinos y aviones y recorrieron las profundidades de los oceanos y los cielos. Vieron cosas maravillosas, pero tampoco encontraron la Verdadera Felicidad. En una explosión de energía consiguieron viajar fuera del planeta y recorrer el espacio, seguros de que allí lo encontrarían, pero no apareció.

Ya no les quedaban lugares por recorrer, habían pasado muchos años de búsqueda y decidieron volver a la tierra y parar un tiempo. Ahí se les ocurrió una nueva idea, quizás el Paraíso Perdido no estaba en ningún lugar, sino dentro de las personas. Entonces consiguieron una pequeña casa con lo mínimo necesario y comenzaron a buscar el Paraíso Perdido dentro del otro. Se sentaban uno delante del otro durante horas y horas, recorriendo cada parte del alma y el cuerpo del otro, encontrando lugares llenos de placer y amor. Disfrutaron. Mas tampoco encontraron el Paraíso Perdido, la Verdadera Felicidad.

Ya sin más ideas decidieron rendirse, dejaron de buscar. Habían dedicado toda su vida a esa búsqueda y ahora no sabían que hacer. Decidieron cada uno hacer lo que sintiese cada día. Unos días trabajaban en la huerta, otros en el jardín, otros en la computadora, a veces hacían ejercicio y otras se paraban a observar, pintaban o danzaban, cantaban y reian. Limpiaron la casa y el terreno. Y en la puerta pusieron un cartel: Paraíso.

La palabra paraíso procede del griego παράδεισος, paradeisos (en latín paradisus), usado en la Septuaginta para aludir al Jardín del Edén. El término griego procede a su vez del persa پرديس paerdís, que es un compuesto de paer-, ‘alrededor’, y -dis, ‘crear’ o ‘hacer’.

Abrazos sanadores

En los malos momentos se tiende a la distancia física, a evitar el acercamiento; de la misma manera, el contacto tiende a hacer todo lo contrario: acercarnos. Mucha gente evita el contacto por timidez, miedo o aprendizajes sociales. Eso nos aleja de una medicina fabulosa, la medicina del abrazo.

En los primeros segundos es posible que algunos de esos abrazos sean forzados. Puede haber incluso una cierta resistencia o rechazo; pero al llegar al sexto suele darse una especie confianza, y se conecta de verdad. Lo niveles de serotonina suben y produce un efecto relajante y envolvente.

Un abrazo tiene que durar mínimo 6 segundos, para que comience a tener un impacto químico en el cerebro. Un abrazo sincero ayuda a mejorar la salud física y mental.

La duración media de un abrazo entre dos personas es de 3 segundos.¡Pero los investigadores han descubierto algo fantástico! Cuando un abrazo dura 20 segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente.

La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada «oxitocina», también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios para nuestra salud física y mental, que nos ayuda, entre otras cosas, a relajarnos, a sentirnos seguros y a calmar nuestros temores y la ansiedad.

Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tomamos a una persona en nuestros brazos, que acunamos a un niño, que acariciamos un perro o un gato, que bailamos con nuestro compañero/a que se mantiene muy cerca o alguien que simplemente pone sus manos sobre los hombros de un amigo/a.

Hoy en día, tener a alguien en nuestros brazos durante 20 segundos, es el regalo que usted puede hacerse y hacer a los demás.

 

 

Visto en:

http://larutadelailuminacion.blogspot.com.ar/2013/11/un-abrazo-de-20-segundos.html

http://sindromecoleccionista.blogspot.com.ar/2010/10/el-hormiguero-elsa-punset-nos-ensena.html

Proceso de 21 días de Vivir de Luz en Canarias

Comparto esta información:

Hola amigxs, les escribimos con la información definitiva del proceso de vivir de luz que va a suceder en Canarias en octubre. Les estaríamos muy agradecidos si pueden hacer llegar esta información a personas o grupos que sientan que pueden resonar con este proceso. Confiamos mucho en las redes de personas para que llegue la información a quién la está atrayendo (esa persona también puedes ser tu, claro).

Comentar que es posible que accedan al proceso personas que no hablen castellano, así que si sientes que algún conocido de habla inglesa puede estar interesadx también le puedes pasar nuestro contacto.

Muchas gracias de corazón
Un abrazo de Luz
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Proceso de 21 días en España
Rancho Tara, Gran Canaria, Islas Canarias

Activando el cambio de energía desde Canarias…

El proceso de 21 días es un gran encuentro con uno mismo, una limpieza física, emocional y mental que nos lleva en un camino directo de conexión con nuestra alma, con nuestro maestro/a interior. Es una oportunidad para llegar a la raíz de los patrones y hábitos que repetimos sin darnos cuenta, desprogramarnos y volvernos a programar íntegros, aceptándonos tal como somos.

Durante el proceso no hay ninguna energía externa que interfiera contigo, permitiéndote ir conectando más y más profundo con tus verdades, sintiendo lo que ya sabes, vivenciando lo que cuentan las grandes enseñanzas. No hay Gurú ni técnicas, aprendes transitándo el camino, observando. Podrás vivir el cese del hambre física, emocional y mental, experimentando una plenitud grandiosa. El trabajo se hace sin necesidad de sufrimiento, más desde el amor.

Los acompañantes seremos Iara, Julio y Dailos. Julio viene de Argentina para esta oportunidad y tiene mucha experiencia como facilitador, él estuvo a nuestro lado en este gran regalo de la Vida que ha sido el proceso de Vivir de luz.

Imatge en línia 1

Contacto escrito en el cartel de arriba.

Algunas otras fuentes de información:
Oberom, conciencia pránica – https://vimeo.com/30014313
Vivir del Prana – http://www.athanor.es/reportajes/vivirdelprana
Por qué en Canarias – http://www.youtube.com/watch?v=ffSMZO3pjB

Una reflexión de una hilacha que vuela dentro de los colectivos:

No culpes a la noche,
no culpes a la playa,
no culpes a la lluvia,
será que… no se aman. ;)

elvuelodelahilacha

Dicen que lo que cansa es la rutina.Y cuando uno comienza a trabajar (en la mayoría de los trabajos) esto resulta inevitable. Lo resultan también los viajes en el colectivo a hora pico, los almuerzos, los mails, las llamadas, las juntas, los enojos y las frustraciones.

Hace tres meses que trabajo y de lunes a viernes tomo dos colectivos de ida y dos de vuelta. Cada uno son 45 minutos de viaje. Lo cual hace una hora y media de ida y una hora y media de vuelta. Eso significa que uno irá parado mínimo una hora.

Cuando me subo al colectivo lo que veo son las caras de las cincuenta personas que ya están ahí. Tristes, dormidas, sin motivación. No muestran ninguna emoción. No espero que todos  vayan super energéticos y cantando como blancanieves al despertar, pero

todos nos despertamos temprano,

todos tenemos frío,

a todos nos gustaría ir…

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¿Cómo establezco el precio de mi trabajo?

Esta es una gran inquietud de muchos, seguramente de quienes el dinero les genera gran contradicción en sus vidas, ¿no es cierto? Yo diría que es una de las preguntas del millón. ¿Por qué? Porque al poner un precio a nuestro trabajo al final caemos en la cuenta de que “en verdad algo nos interesa del recibir” y de ese modo nos alejamos del enfoque en el “dar”. Es allí donde se genera la contradicción. Sentimos algo de miedo por si es poco lo que vamos a recibir, tenemos miedo de que “no sea suficiente”, entonces queremos asegurarnos un “mínimo” y eso lo hacemos fijando un precio a nuestro trabajo.

Una enseñanza que dejó el buda tiene que ver con nuestras acciones, en definitiva, con nuestro dar: “palabra recta, acciones rectas y recto sustentamiento”. El dice que debemos vivir de la caridad, esto quiere decir, “de lo que los demás voluntariamente quieran darnos”.

Ahora podemos repasar un poco. Recordemos siempre lo más importante en nuestros actos: “la intención”. Esa es la gran sabiduría que no debemos olvidar para ser seres felices y abundantes, nuestro dar depende de ella. Cuando tengamos alguna duda de la rectitud de cualquier cosa que hagamos, observemos sólo la intención, y la respuesta aparecerá en nosotros mismos. Dijo el Buda también: “no necesitamos que nadie nos diga qué está bien y qué está mal, simplemente debemos saber que cualquier acción nuestra que perjudique o perturbe la paz o armonía de otros, es una acción pecaminosa y, por el contrario, cualquier acción que ayude a otros o contribuya a su paz y su armonía, es una acción virtuosa”.

Quizás la mejor manera de sentirnos bien y de quitarnos de encima la necesidad de establecer un precio y cobrar, sería tener una cajita de colaboraciones voluntarias, donde quien quiera pagarnos por nuestro trabajo lo haga de manera voluntaria y con amor. De esa manera la contradicción en nosotros no existirá. Esa cajita podría contener una leyenda explicando su función o lo que sintamos escribir para que el “comprador o colaborador consciente” contribuya. Para quienes no sientan hacerlo de esa manera, podrían experimentar poniendo “precios conscientes”, es decir, poniendo un precio transparente, donde el que compra pueda conocer el costo y elegir el precio a pagar, a su discreción, en función de sumarle un adicional al costo. Y contemplando también que si alguien llegara a necesitar el producto y no puede pagar ni siquiera su costo, podríamos vendérselo por debajo del mismo o incluso regalárselo, ya que nuestra intención es “dar nuestro trabajo de manera virtuosa”. En este caso podrían aparecer muchos que nos paguen mucho, otros que nos paguen poco y otros a quienes les regalemos el producto. Pero nosotros solo debemos pensar en “dar nuestro trabajo”, el recibir no lo manejamos nosotros.

En fin, la contradicción de “establecer un precio y cobrar” se irá resolviendo de manera “evolutiva” y cada uno irá encontrando su manera. Las que nombré son grandes ejemplos, pero existen muchos intermedios que cada cual los irá encontrando para no enfocar su trabajo en el recibir. Lo que de verdad importa no es cuánto nos pagarán por nuestro trabajo, pues ello nos haría perder el objetivo de “disfrutar el hacer nuestro trabajo de manera desinteresada”, más bien sería recordar el hecho de que lo que recibamos es el universo quién nos lo asigna.

Parte del texto «Economía Cósmica«

Autor: Martín Traverso (Argentina)