Gracias por Existir

La única forma de que nos alejemos y nos sintamos en paz es el desapego,
que no se sufra el dolor, que no se quiera mantener algo,
que se acepte lo que hay, que se perdone lo que ya no está,
que se ame lo que es.

La única forma de que nos acerquemos y nos sintamos en paz es el desapego,
que no se sufra el placer, que no se quiera cambiar algo,
que no se niegue lo que hay, que se libere lo que ya no está,
que se ame lo que es.

Gracias por aparecer y por desaparecer,
y volver a aparecer… y desaparecer.
Gracias por Existir.

Amor transparente

Hay una idea de amor en el inconsciente colectivo que viene del ideal mental de amor, una ilusión de armonía en la que no hay límites. Pero precisamente nosotros vinimos a este planeta a experimentar los límites y la separación, el espíritu dentro de un cuerpo que le pone límites  físicos y lo separa en la materia del resto. Y a transcender eso.

Pero trascenderlo no significa que no haya límites. Significa que los límites sean para llevarnos hacia el Amor, que la separación sea para entender la Unidad. Es como el río. Cuando el agua no tiene límites se estanca, se convierte en pantano y no fluye. El cauce del río es el límite para el agua, que crea el movimiento y que lo conduce siempre hacia el mar, sin excepción. Ese Mar es el verdadero amor.

Es como elegir comer sano y sin causar sufrimiento. Es una decisión de amor hacia uno mismo y la vida. Y eso conlleva muchos límites, dejar de aceptar que entren a nuestro cuerpo alimentos que sabemos que son perjudiciales o que crean sufrimiento en el mundo. En las relaciones con las personas es igual. Todos somos Amor en nuestra esencia, pero no todos estamos viviendo en este momento nuestra esencia, hay muchos programas, muchas capas, muchas mentiras que vivimos en cada día.

Y para relacionarnos con todas las personas desde el Amor y ver en ellas el Amor hay que poner límites, no aceptar que entren en nosotros esas energías. Aceptar que existen y no juzgarlas, pero no engullirlas, no reaccionar a ellas. Ahí recién podremos despejar de en medio todo ese humo y ver claramente el Amor en cada Ser. Como dice Simón: «Yo sólo me relaciono con el Amor transparente».

Reglas del Guerrero de Luz

Dos reglas básicas del Guerrero de Luz:

– Al enemigo no hay que derrotarlo, hay que convertirlo en aliado
– El enemigo nunca está fuera

Esto es algo que se practica mucho en la cultura Zen con la entrega al servicio. Limpiar una casa con disfrute, con entrega, sabiendo que estás haciendo un mundo mejor. Eso destruye el ego. Y después de una pequeña lucha, contra ti mismo y tus razones mentales tan convincentes, el ego, el «enemigo», no sale derrotado, si no que se convierte en aliado. En amigo. En ayuda.

Esa «lucha» es una metáfora de una transformación de conciencia, que también se podría describir como el descubrimiento de que nunca hubo ningún enemigo, ni fuera ni dentro. Por eso lo de convertirlo en aliado. Porque siempre lo fue. No es convertirlo sino aceptarlo, aceptar que siempre fuimos hermanos. Aceptar que nos olvidamos y estamos recordando.

Por favor, Amor

Por favor, Amor, nunca hagas nada para ser amado.
Porque tu eres puro amor, sólo necesitas sentirte.

Por favor, Amor, nunca hagas nada para amar a otro.
Porque eso viene de la necesidad de ser amado.
Y tu eres puro amor, sólo necesitas sentirte.

Por favor, Amor, cree en ti. Cree. Vive. Siente. Acepta.
Todo es un reflejo de ti.
Y tu eres puro amor, sólo que lo has olvidado. Recuerda.
Así, espejándote, podrás amarte en el otro y dejar que el otro se ame en ti.

doble corazon