La proyección – Ramana Maharsi

M.: La pantalla de cine no es sensible y por eso requiere de alguien que la vea, un veedor, mientras que la pantalla del Ser incluye el veedor y lo visto – mejor dicho, está lleno de luz.
Las imágenes de la proyección de cine no pueden ser vistas sin la ayuda de la oscuridad, no se puede hacer una proyección en plena luz del día. Del mismo modo, la mente piensa pensamientos y ve los objetos debido a una ignorancia subyacente (avidya). El Ser es el conocimiento puro, luz pura, donde no hay dualidad. La dualidad implica la ignorancia. El conocimiento del Ser está más allá del conocimiento relativo y la ignorancia, la Luz del Ser está más allá de la luz y la oscuridad ordinaria. El Ser es completamente solo.

(De ‘Conversaciones con Sri Ramana Maharshi’ 636)

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M.: The cinema screen is not sentient and so requires a seer, whereas the screen of the Self includes the seer and the seen – rather, it is full of light.

The pictures of the cinema-show cannot be seen without the help of darkness, for you cannot have a show in broad daylight. Similarly, the mind thinks thoughts and sees objects owing to an underlying ignorance (avidya). The Self is pure knowledge, pure light where there is no duality. Duality implies ignorance. The Knowledge of the Self is beyond relative knowledge and ignorance, the Light of the Self is beyond the ordinary light and darkness. The Self is all alone.

(From ‘Talks with Sri Ramana Maharshi’ 636)

Más allá de lo positivo y lo negativo.

Unidad

Tu asesor intuitivo

«Una nueva manera de ser y de estar en el mundo.»

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Quiero estar sola

Querias estar sola desde hace tiempo… tengo una noticia genial para ti. Siempre estuviste sola. A este mundo viniste sola, creciste sola, y seguirás sola hasta que sola te vayas. Como todos los demas. Vivimos en nosotros, solos, en intimidad, y nosotros solos creamos nuestro mundo. El resto son solo espejismos, vidas que solo pasan por delante de una pantalla, encuentros que transforman la soledad en otra soledad, hasta que la luz de la conciencia, sola, sin esfuerzo, encuentre que solo está ella, una sola unidad.

El Jolgorio y la Jarana

¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mí mismo.
No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.
No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego.
No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.
No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.
No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno.
No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni de Rizwán.
Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal.
No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.
He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno;
Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.
Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;
no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana

Rumi

Gracias Luz

Satsang esporádico de Mooji

Satsang espontáneo de Mooji en la cocina del Ashram Monte Sahaja, 1 de enero del 2014. Subtitulado en castellano.

‘La persona es un estado muy agotador porque está siempre negociando y comparando.
Si sus proyecciones no son satisfechas, cae otra vez en juicios y resentimientos y así.
Cuando te vuelves más consciente del espacio detrás de la persona, entonces sientes la plenitud de la Consciencia.
Cuando puedes ver la no-dualidad en la dualidad, cuando puedes ver unidad en la diversidad, entonces todo está bien.
El Ser no es imaginación; no es fantasía. No tiene imagen, no tiene forma y sin embargo todas las formas toman su forma en Eso y son percibidas por Eso.’

La libertad

Hoy cada vez más gente busca la libertad para vivir en paz, para estar completos. Ese es un paso básico para nuestra evolución espiritual. Pero en estos tiempos la idea de libertad está trastocada, distorsionada. Y eso  crea grandes confusiones.

El concepto mental de libertad, el programa social que hemos creado, dice que para encontrar la libertad yo tengo que poder hacer lo que quiera en cada momento sin importar lo que los demás piensen o digan, poder romper con lo que mi familia, mi pareja, la religión o la ley dice que es correcto. Con ese programa de falsa libertad nos entregamos a cumplir con todos lo que creemos que nos va a traer felicidad: relaciones, drogas, viajes, compras, comidas, conocimientos…

Ese programa de libertad nos lanza muchas veces hacia la búsqueda de lo que aprendimos como prohibido o inmoral. Y hacia todo aquello que consideramos mejor, más bueno, más emocionante, más, más. Esa búsqueda se convierte en nuestra cadena, ya que viene desde la dualidad, desde la mente racional que pone a una situación futura como mejor, más satisfactoria o adecuada que la situación actual.

La mente racional es dual. Siempre valora, juzga, etiqueta. Bueno y malo, mejor o peor. Y crea la ilusión de la necesidad de algo más para encontrar la paz. Desde la mirada neutral nada es bueno o malo, todo son puntos de vista.

La verdadera libertad, la libertad del ser, es encontrar dentro de nosotros ese espacio de aceptación plena, de paz completa en el ahora. Esa aceptación no significa dejar de actuar para crear la vida que queremos. Es actuar desde saber, sentir, que la situación actual es perfecta para lo que tengo que experimentar en este momento para mi evolución, la base de mi creación, que sucede en el ahora.

Esa libertad nos libera de la creencia de que algo mejor nos espera. Nos libera de la continua búsqueda. Nos libera de las ataduras de la dualidad bueno y malo. Entramos en un espacio de no necesitar nada más para nuestra completa realización. De no estar guiados por las emociones o los pensamientos, sino usar a estos como las grandes herramientas que son para saber dónde estamos.

La libertad del ser crea la posibilidad de estar en cualquier situación sin sentir que el otro me hace daño, o me crea sufrimiento o desequilibrio. Crea la posibilidad de vivir cada experiencia sin huir de ella. Es ser libre de decidir como queremos estar en cada momento más allá de la condición externa. Entrar en el espacio incondicional. El amor incondicional.

La Unidad y la Dualidad

La grandeza de lo simple. La Unidad y la Dualidad.

El sistema actual fomenta la dualidad, desde la escuela, la religión, la biología… desde todos los puntos, fomenta la separación. Uno separado del resto. Uno separado de Otros. Unas materias separadas de Otras. El estudio de una parte del cuerpo separada del resto. La dualidad.

Dentro de ese sistema hay cada vez más personas que empiezan a sentir el mundo de una manera mucho más cercana a su verdadera esencia. Como se lo explica hoy en día desde la física cuántica, desde muchas ramas de enseñanza espiritual, desde muchas cosmovisiones milenarias del planeta, de los pueblos ancestrales. Estas personas cuando empiezan a darse cuenta de esa Unidad, que rige todo, que conecta todo, a menudo son tachados de locos, diferentes, extraños, inadaptados, porque no entran dentro del molde de la dualidad, que es molde social actual en la sociedad occidental.

Pero lo más asombroso de esto es que ese instrumento de control social, de mantener a la gente separada, está dentro de nosotros! Nosotros mismos nos cohibimos, nos avergonzamos, nos controlamos, nos enmascaramos, cuando surge un sentimiento de unidad en una situación social. Y muchas veces hasta en privado. Eso por ejemplo hace la diferencia de relacionarte con algún animal que te acompañe. Normalmente suele ser mucho más libre, pudiendo darle amor en cualquier momento, y acariciándolo de forma cotidiana. Y eso no suele pasar en la relación con las personas en la mayoría de los casos. Porque cohibimos los sentimientos de Unidad, de Amor.

Entonces muchas veces para no caer en ese rechazo social autocreado, esa gente que está empezando a sentir la unidad, vuelven a la dualidad, como queriendo integrarse un poco en ese sistema. Vuelven a la dualidad de temer al otro, de insultar, criticar, despreciar al otro como si fuera diferente a uno. De una manera muchas veces inconciente, pero vuelven a ese terreno y ahí entran dentro de los patrones de relación social (cambiantes para cada sociedad). Y ahí siente en su interior algo difícil de poner en palabras, algo así como una sensación de que si soy de esta manera encajo, no voy a ser diferente o me van a rechazar. Porque claro, eso que sentimos cuando aparece la Unidad es muy diferente, muy extraño, poco común. Por ahora.

Pero lo que a mucha gente le cuesta darse cuenta es que esa locura cotidiana, ese estado de nerviosismo, intranquilidad, de sentir que el otro nos puede ver diferente viene precisamente de vivir en la dualidad y no en la unidad. Vuelven al mismo sitio desde donde se crea el problema, el desequilibrio. Sin embargo si se permitieran profundizar en si mismos y pasar la unidad… nada se soluciona, porque nunca el otro se puede ver como diferente, no puedes ser diferente a ti mismo, si buscas en ti siempre hay algo en común con lo que hay en el exterior. Todo te espeja. Ahí es donde empieza a cambiar todo. Ahí descubriste la Matrix. Diste con el famoso Sistema que está en todas partes! Está en todas partes porque todo es espejo y está dentro de ti! jajaja!

Desde la Unidad te das cuenta de que si el otro te ve como diferente es porque tu te estás viendo separado/diferente a ti mismo en algo, que es una resonancia de algo interno tuyo. O que si alguien viene enfadado hacia ti de repente, tu pareja o un desconocido, por una circunstancia cualquiera, es una resonancia de algo que hay en ti y esa persona inconscientemente la siente, la capta, y reacciona, y se acerca. Son dos células, dos átomos que se están magnetizando según sus cargas, dos imanes que se atraen. Esa resonancia puede ser un miedo, un enfado, una rabia, un autorechazo…

Cuando empiezas a entender eso, simplemente nadie te siente como diferente ni nadie te rechaza ni te trata como loco. Porque sabes que cada vez que pasa algo parecido a eso tienes que buscar en tu interior esa resonancia, y la desactivas. Te mantienes en la vibración de aceptación propia, de amor por uno mismo (por el mismo Uno). Un amor verdadero, expansivo, un amor de lo que es y un amor del todo.

Y ahí, si alguna persona cerca tuya está muy fuerte en la vibración de la dualidad, en querer ver al otro como diferente y entrar en críticas, juicios, chismes o peleas, esa persona no va a resonar contigo, y es como si no te viera, le parecerás «normal», simplemente no se van a fijar en ti, porque no eres un espejo para su imagen, para que lo que quiere reflejar.

De eso se trata. Lo que tengas dentro se muestra a fuera. Que también se puede entender como que lo que está fuera se refleja en ti para verse a si mismo.

Ahí se acaba todo miedo a ser juzgado, toda separación. Así creamos nuestra realidad, con la alquimia interior.