La grandeza de lo simple. La Unidad y la Dualidad.
El sistema actual fomenta la dualidad, desde la escuela, la religión, la biología… desde todos los puntos, fomenta la separación. Uno separado del resto. Uno separado de Otros. Unas materias separadas de Otras. El estudio de una parte del cuerpo separada del resto. La dualidad.
Dentro de ese sistema hay cada vez más personas que empiezan a sentir el mundo de una manera mucho más cercana a su verdadera esencia. Como se lo explica hoy en día desde la física cuántica, desde muchas ramas de enseñanza espiritual, desde muchas cosmovisiones milenarias del planeta, de los pueblos ancestrales. Estas personas cuando empiezan a darse cuenta de esa Unidad, que rige todo, que conecta todo, a menudo son tachados de locos, diferentes, extraños, inadaptados, porque no entran dentro del molde de la dualidad, que es molde social actual en la sociedad occidental.
Pero lo más asombroso de esto es que ese instrumento de control social, de mantener a la gente separada, está dentro de nosotros! Nosotros mismos nos cohibimos, nos avergonzamos, nos controlamos, nos enmascaramos, cuando surge un sentimiento de unidad en una situación social. Y muchas veces hasta en privado. Eso por ejemplo hace la diferencia de relacionarte con algún animal que te acompañe. Normalmente suele ser mucho más libre, pudiendo darle amor en cualquier momento, y acariciándolo de forma cotidiana. Y eso no suele pasar en la relación con las personas en la mayoría de los casos. Porque cohibimos los sentimientos de Unidad, de Amor.
Entonces muchas veces para no caer en ese rechazo social autocreado, esa gente que está empezando a sentir la unidad, vuelven a la dualidad, como queriendo integrarse un poco en ese sistema. Vuelven a la dualidad de temer al otro, de insultar, criticar, despreciar al otro como si fuera diferente a uno. De una manera muchas veces inconciente, pero vuelven a ese terreno y ahí entran dentro de los patrones de relación social (cambiantes para cada sociedad). Y ahí siente en su interior algo difícil de poner en palabras, algo así como una sensación de que si soy de esta manera encajo, no voy a ser diferente o me van a rechazar. Porque claro, eso que sentimos cuando aparece la Unidad es muy diferente, muy extraño, poco común. Por ahora.
Pero lo que a mucha gente le cuesta darse cuenta es que esa locura cotidiana, ese estado de nerviosismo, intranquilidad, de sentir que el otro nos puede ver diferente viene precisamente de vivir en la dualidad y no en la unidad. Vuelven al mismo sitio desde donde se crea el problema, el desequilibrio. Sin embargo si se permitieran profundizar en si mismos y pasar la unidad… nada se soluciona, porque nunca el otro se puede ver como diferente, no puedes ser diferente a ti mismo, si buscas en ti siempre hay algo en común con lo que hay en el exterior. Todo te espeja. Ahí es donde empieza a cambiar todo. Ahí descubriste la Matrix. Diste con el famoso Sistema que está en todas partes! Está en todas partes porque todo es espejo y está dentro de ti! jajaja!
Desde la Unidad te das cuenta de que si el otro te ve como diferente es porque tu te estás viendo separado/diferente a ti mismo en algo, que es una resonancia de algo interno tuyo. O que si alguien viene enfadado hacia ti de repente, tu pareja o un desconocido, por una circunstancia cualquiera, es una resonancia de algo que hay en ti y esa persona inconscientemente la siente, la capta, y reacciona, y se acerca. Son dos células, dos átomos que se están magnetizando según sus cargas, dos imanes que se atraen. Esa resonancia puede ser un miedo, un enfado, una rabia, un autorechazo…
Cuando empiezas a entender eso, simplemente nadie te siente como diferente ni nadie te rechaza ni te trata como loco. Porque sabes que cada vez que pasa algo parecido a eso tienes que buscar en tu interior esa resonancia, y la desactivas. Te mantienes en la vibración de aceptación propia, de amor por uno mismo (por el mismo Uno). Un amor verdadero, expansivo, un amor de lo que es y un amor del todo.
Y ahí, si alguna persona cerca tuya está muy fuerte en la vibración de la dualidad, en querer ver al otro como diferente y entrar en críticas, juicios, chismes o peleas, esa persona no va a resonar contigo, y es como si no te viera, le parecerás «normal», simplemente no se van a fijar en ti, porque no eres un espejo para su imagen, para que lo que quiere reflejar.
De eso se trata. Lo que tengas dentro se muestra a fuera. Que también se puede entender como que lo que está fuera se refleja en ti para verse a si mismo.
Ahí se acaba todo miedo a ser juzgado, toda separación. Así creamos nuestra realidad, con la alquimia interior.