Jesus y su explicación de los ángeles, la madre tierra y las sagradas escrituras

Este texto son fragmentos sobre alimentación y medicina natural, entre otros, extraídos del Evangelio Esenio de la Paz.

“En verdad os digo que el hombre es hijo de la Madre Terrenal, y de ella recibió el hijo del hombre todo su cuerpo, del mismo modo que el cuerpo recién nacido nace del seno de su madre. En verdad os digo que sois uno con la Madre Terrenal; ella está en vosotros y vosotros en ella. De ella nacísteis, en ella vivís y a ella de nuevo retornaréis. Guardad por tanto sus leyes, pues nadie puede vivir mucho ni ser feliz sino aquel que honra a su Madre Terrenal y cumple sus leyes. Pues vuestra respiración es su respiración, vuestra sangre su sangre, vuestros huesos sus huesos; vuestra carne su carne; vuestros intestinos sus intestinos; vuestros ojos y vuestros oídos son sus ojos y sus oídos.

En verdad os digo que si dejáseis de cumplir una sola de todas estas leyes, si dañáseis uno sólo de los miembros de todo vuestro cuerpo, os perderíais irremisiblemente en vuestra dolorosa enfermedad y sería el llorar y rechinar de dientes. Yo os digo que, a menos que sigáis las leyes de vuestra madre, no podréis de ningún modo escapar a la muerte. Y quien abraza a las leyes de su madre, a él abrazará su madre también. Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le protegerá de todo mal; del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes venenosas. Pues ya que vuestra madre os alumbró, conserva la vida en vosotros. Ella os ha dado su cuerpo, y nadie sino ella os cura. Feliz es quien ama a su madre y yace sosegadamente en su regazo. Porque vuestra madre os ama, incluso cuando le dáis la espalda. Y ¿cuánto más os amará si regresáis de nuevo a ella? En verdad os digo que muy grande es su amor, más grande que la mayor de las montañas y más profundo que el más hondo de los mares. Y aquellos quienes aman a su madre, ella nunca les abandona. Así como la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a su recién nacido, así protege la Madre Terrenal al hijo del hombre de todo peligro y de todo mal”.

Y aunque el Sol ya se había puesto, no se fueron a sus casas. Se sentaron alrededor de Jesús y le preguntaron:

“Maestro ¿cuáles son esas leyes de la vida? Quédate con nosotros un rato más y enséñanos. Queremos escuchar tu enseñanza para que podamos curarnos y volvernos rectos”.

Y el propio Jesús se sentó en medio de ellos y dijo:

“En verdad os digo que nadie puede ser feliz, excepto quien cumple la ley”.

Y los demás respondieron:

“Todos cumplimos las leyes de Moisés, nuestro legislador, tal como están escritas en las sagradas escrituras”.

Y Jesús les respondió:

“No busquéis la ley en vuestras escrituras, pues la ley es la vida, mientras que lo escrito está muerto.

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Guerrero, Mercader y Sacerdote (apuntes sobre Parise)

Estos son unos apuntes tomado de alguna charla de Jose Luís Parise, añadiendo algunas reflexiones, les comparto por si a alguien también le sirve.

Guerrero, Mercader y Sacerdote, la triple iniciación. El camino de lo divino, se juega en tres etapas. Identificadas con esos tres caminos. De ahí le viene el nombre a Hermes Trismegisto, el tres veces iniciado, el tres veces magno, tres veces grande.

Primera Etapa – Interna – Guerrero
Segunda Etapa – Externa – Mercader
Tercera Etapa – Transcendente – Sacerdote

Son también los tres regalos que le hicieron a Jesucristo: Oro, Incienso y Mirra. El Oro del Mercader, el Incienso del Sacerdote y la Mirra del Guerrero (la Mirra la utilizaban los Guerreros por ser altamente cicatrizante).

Estos tres estados también evocan tres relaciones con la vida: Creencia, Confianza y Fe.

El Guerrero es la Creencia, el que cree y crea su realidad. Y puede ver los resultados de esa creación, de esa creencia. El Guerrero que no teme a ningún mal. No teme. Sin miedo. Es el que aprende a trabajar con su interior, a poder decidir el estado de ánimo y de conciencia en el que quiere vivir. El Guerrero de la Luz es llamado algunas culturas latinoamericanas. El Shaddu podría ser en la India. El Konsaho de los Yshir quizás. El arquetipo de Chamán o Samurai. Es el primer paso.

El Mercader es la Confianza, con-fianza. Es poner una fianza en algo que crees. Es un segundo paso, una vez que crees en algo confías en que ese es el camino y pones en él una fianza, un aporte material, un extra para que se pueda seguir avanzando. Ahí tu mundo se transforma. Ya no sólo puedes decidir tu estado interior, si no que también el exterior refleja ese cambio. Digamos que cómo ya es mayor la energía que entregas al universo decidida por ti que por la forma automática de la mente, pues las resonancias comienzan a ser mayores en lo que tu decides. Aumenta la cantidad de buenas vibras que pones en la balanza jajaja. No significa una riqueza material, aunque bien podría serla. Pero más relacionado a la abundancia en el sentido de vivir sintiendo que nunca te falta de nada, sin una tensión por el futuro. Aunque si que en muchas personas esa evolución se da necesitando cada vez menos cosas materiales, pero no tiene porqué ser así siempre.

Y el Sacerdote es la Fe. La Entrega. Se accede por vía de la creación y de la confianza. Desde que creo y confío me entrego a la Fe, me entrego a que el Universo, la Vida, Dios, va a poner en mi camino aquello que necesito. Y entregándome además que el mismo Universo marque mi camino, entregándome al flujo de la vida, aceptando totalmente aquello que suceda como algo perfecto, sin permitir pensamientos de separación. Es lo que las religiones judeocristianas adaptaron al concepto de Fe, que no se acerca a lo que te enseñan en la mayoría de las iglesias. Pero ahí está.

Las iglesias enseñan que lo primero es la Fe. Eso es porque no tienen las bases para crear en la gente una creencia ni una confianza. Entonces te dicen que tienes que tener Fe. Fe ciega. No mires lo que hacemos, sólo entrégate. Y te entregas a la iglesia, a la institución, a la empresa de dios (????). Las culturas iniciáticas no te piden una entrega de tu Fe previa a que desarrolles una creencia y una confianza, ya que saben que esto se va a desarrollar en ti por la Verdad de las enseñanzas si estás preparado. Cuando no hay Verdad es necesaria la Fe a priori. Cuando hay verdad la Fe llega por si misma sin que nadie te la pida.

El Guerrero se relaciona con los dos primeros chakras: la raíz y la creación.
El Mercader con el tercer y cuarto chakra: la fuerza motora y el amor.
El Sacerdote con el quinto y sexto chakra: la verdad y la visión.

Son también los caminos de la escención de la kundalini.

Parecería que hoy en día están estos tres roles es que están desequilibrados, apoyados en una falsa relación con esos chakras:

El Guerrero hoy no busca crear desde la raíz. Busca destruir algo en el exterior, cayendo en el mítico truco de buscar al enemigo fuera.

El Mercader no usa el poder desde el amor, lo usa desde el ego. Esa fuerza motora que está en nuestro plexo solar, ese sol, si viene desde una energía desequilibrada en ese chakra, lo que llamamos ego, «yo».

El Sacerdote no habla la verdad desde una visión. Dice que tiene la verdad de algo que aprendió desde la mente, no desde la vivencia. Y de una mente actual tremendamente activa y desequilibrada. Nunca en la historia conocida tuvimos tanto ruido como hoy. Es más, en muchas mitologías del mundo se habla de un antiguo lugar sagrado / paraíso / eden. De eso trata el cambio de era, cambio de ciclo. Un ciclo universal de más de 20.000 años que conocen también muchas de las culturas milenarias del mundo. Y justo hoy nosotros estamos en esa! jajaja

Estamos cada uno de nosotros ascendiendo en este triple camino, cada uno desde donde estuviera. Felicidades!

Padre Nuestro y Madre Nuestra

La Iglesia dejó fuera la mitad del mensaje de Jesús con el Padre Nuestro, así está explicado en el evangelio esenio:

«Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal, para que vuestra alma se vuelva tan perfecta como el santo espíritu de vuestro Padre Celestial, y para que vuestro cuerpo se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal. Pues si entendéis, sentís y cumplís los mandamientos, entonces todo cuanto pidáis a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal os será concedido. Porque la sabiduría, el amor y el poder de Dios están por encima de todo.

Orad, por tanto, del siguiente modo a vuestro Padre Celestial: «Padre nuestro que estás en los cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad como en los cielos así en la tierra. El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentación sino líbranos del Maligno, pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amén«.

«Y orad de¡ siguiente modo a vuestra Madre Terrenal: «Madre nuestra que estás en la tierra, bendito sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad en nosotros así como en ti se hace. Igual que envías cada día a tus ángeles, envíalos también a nosotros. Perdónanos nuestros pecados, porque todos los expiamos en ti. No nos conduzcas a la enfermedad sino líbranos del mal, pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén.«

Y todos rezaron junto a Jesús al Padre Celestial y a la Madre Terrenal.

No matarás y alimentación

Explicación del «No matarás» de los mandamientos según Jesús, en el Evangelio de los Esenios

Y Jesús continuó:

«Dios ordenó a vuestros antepasados: No matarás. Pero su corazón estaba endurecido y mataron. Entonces, Moisés deseó que por lo menos no matasen hombres, y les permitió matar a los animales.Y entonces el corazón de vuestros antepasados se endureció más aún, y mataron a hombres y animales por igual.

Mas yo os digo: No matéis ni a hombres ni a animales, ni siquiera el alimento que llevéis a vuestra boca. Pues si coméis alimento vivo, él mismo os vivificará; pero si matáis vuestro alimento, la comida muerta os matará también. Pues la vida viene sólo de la vida, y de la muerte viene siempre la muerte.

Porque todo cuanto mata vuestros alimentos, mata también a vuestros cuerpos. Y todo cuanto mata vuestros cuerpos también mata vuestras almas. Y vuestros cuerpos se convierten en lo que son vuestros alimentos, igual que vuestros espíritus se convierten en lo que son vuestros pensamientos.»

Explicación de Namaste según Jesús Cristo

En el Evangelio de los Esenios quedan recogidas estas palabras de Jesús

Obedeced, por tanto, las palabras de Dios:

«Mirad, os he dado toda hierba que lleva semilla sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol, en el que se halla el fruto de una semilla que dará el árbol. Este será vuestro alimento.

Y a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, donde se halle el aliento de la vida, doy toda hierba verde como alimento.

También la leche de todo lo que se mueve y que vive sobre la tierra será vuestro alimento. Al igual que a ellos les he dado toda hierba verde, así os doy a vosotros su leche. Pero no comeréis la carne, ni la sangre que la aviva.

Y en verdad demandaré vuestra sangre que brota con fuerza, y vuestra sangre en la que se halla vuestra alma. Demandaré todos los animales asesinados y las almas de todos los hombres asesinados.

Ama al Señor tu Dios con todo corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas; éste es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es según éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento más grande que éstos».

La famosa frase del Cristianismo «ama a tu prójimo como a ti mismo» es una frase que pierde su sentido completo si se la desconecta de esa otra frase que Jesús dice como base: «Ama al Señor tu Dios con todo corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas«. Y Dios está en todos, todos somos Dios. Amas a Dios amándolo en ti. Y amándolo en los demás. En toda creación. En todo Ser.

Eso significa amar al prójimo como a ti mismo, amarlo como a Dios, reconocer a Dios en el otro igual que en ti… ese es el significado de Namaste!

La urgencia de la transformación

Cuando una forma individual de vida —o una especie— se enfrenta a una crisis radical, cuando el antiguo modo de estar en el mundo, de interactuar con los demás y con el reino de la naturaleza ya no funciona, cuando la supervivencia se ve amenazada por problemas que parecen insuperables, o bien muere o se extingue, o bien se alza por encima de las limitaciones de su condición mediante un salto evolutivo.

Se cree que las primeras formas de vida de este planeta evolucionaron en el mar. Cuando todavía no existían animales en tierra firme, el mar estaba ya rebosante de vida. Entonces, en cierto momento, una de las criaturas marinas empezó a aventurarse en la tierra seca. Puede que al principio se arrastrara unos pocos centímetros y después, agotada por el enorme tirón gravitatorio del planeta, regresara al agua, donde la gravedad es casi inexistente y donde podía vivir con mucha más facilidad. Y después lo volvió a intentar, una y otra vez, y al cabo de mucho tiempo se adaptó a vivir en la tierra, le crecieron patas en lugar de aletas, pulmones en lugar de branquias. Parece improbable que una especie se aventure en un ambiente tan ajeno y experimente una transformación evolutiva a menos que se vea obligada a hacerlo por alguna situación de crisis. Puede que una extensa zona de mar quedara aislada del océano principal, y que el agua fuera retrocediendo poco a poco durante miles de años y obligara a los peces a abandonar su hábitat y evolucionar.

Responder a una crisis radical que pone en peligro nuestra supervivencia: ese es ahora el reto al que se enfrenta la humanidad. La disfunción de la mente humana centrada en el ego, reconocida hace ya más de 2.500 años por los antiguos maestros y ahora magnificada por la ciencia y la tecnología, está poniendo en peligro por primera vez la supervivencia del planeta. Hasta hace muy poco, la transformación de la conciencia humana —también planteada por los antiguos maestros— no era más que una posibilidad, reconocida por unos pocos individuos aquí y allá, independientemente de sus marcos culturales o religiosos. No se dio un florecimiento general de la conciencia humana porque todavía no era imperativo.

Una parte importante de la población mundial se dará cuenta muy pronto, si no se ha dado cuenta ya, de que la humanidad se enfrenta a una disyuntiva tajante: evolucionar o morir. Un porcentaje de la humanidad todavía relativamente pequeño, pero en rápido crecimiento, está experimentando ya en su interior la descomposición de los viejos patrones mentales del ego y la emergencia de una nueva dimensión de conciencia.

Lo que está surgiendo ahora no es un nuevo sistema de creencias, una nueva religión, ideología espiritual o mitología. Estamos llegando al final, no solo de las mitologías, sino también de las ideologías y los sistemas de creencias. El cambio va más allá del contenido de tu mente, más allá de tus pensamientos. De hecho, la parte esencial de la nueva conciencia es la trascendencia del pensamiento, la nueva capacidad de elevarse por encima del pensamiento, de hacer realidad una dimensión dentro de ti mismo que es infinitamente más vasta que el pensamiento. Entonces, ya no derivas tu identidad, tu sentido de quién eres, del incesante flujo de pensamiento que en la vieja conciencia creías que eras tú. Qué liberación, darse cuenta de que no somos «esa voz en la cabeza». Pero entonces, ¿quién soy? El que observa eso. La conciencia que es anterior al pensamiento, el espacio en el que tiene lugar el pensamiento (o la emoción, o la percepción sensorial).

El ego no es más que esto; la identificación con la forma, lo que básicamente significa formas de pensamiento. Si el mal tiene alguna realidad —y tiene una realidad relativa, no absoluta—, esta es también su definición: la completa identificación con la forma, formas físicas, formas de pensar, formas emocionales. El resultado es una total inconsciencia de nuestra conexión con el todo, de nuestra unidad intrínseca con todos los «otros» y también con la Fuente. Este olvido es el pecado original, el sufrimiento, el autoengaño. Cuando esta falsa ilusión de ser algo completamente aparte sirve de base y gobierna todo lo que pensamos, decimos y hacemos, ¿qué clase de mundo estamos creando? Para encontrar la respuesta, observa cómo se relacionan los humanos unos con otros, lee un libro de historia o mira los telediarios.

Si las estructuras de la mente humana permanecen inalteradas, siempre acabaremos recreando básicamente el mismo mundo, los mismos males, la misma disfunción.

Un nuevo cielo y una nueva tierra

La inspiración para el título de este libro vino de una profecía de la Biblia que ahora parece más aplicable que en ningún otro momento de la historia humana. Aparece tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, y habla del hundimiento del orden mundial existente y el surgimiento de «un nuevo cielo y una nueva tierra». Aquí tenemos que comprender que el cielo no es un lugar físico, sino que se refiere al reino interior de la conciencia. Este es el significado esotérico de la palabra, y también es el significado que tiene en las enseñanzas de Jesús. La tierra, por su parte, es la manifestación externa con forma, que siempre es un reflejo de lo interior. La conciencia humana colectiva y la vida en nuestro planeta están intrínsecamente conectadas. «Un nuevo cielo» es la emergencia de un estado transformado de la conciencia humana, y «una nueva tierra» es su reflejo en el plano físico. Como la vida humana y la conciencia humana son intrínsecamente una unidad con la vida del planeta, cuando la vieja conciencia se disuelva tendrá que haber trastornos naturales geográficos y climáticos, sincrónicos en muchas partes del planeta, y ya estamos presenciando algunos de ellos.

Eckhart Tolle
(Extracto del libro: Un nuevo mundo, ahora)