Si te sientes triste

Si te sientes triste, no estás en una ‘baja vibración’. No estás enfermo o dañado o no iluminado o lejos del sanar. No estás ‘atrapado en tu ego’ o atascado en el ‘yo separado’. No estás siendo negativo, y no necesitas ser corregido, y la tristeza no es un error, porque es la vida moviéndose en ti, y la vida no puede ser un error, jamás.

Sólo te sientes triste, eso es todo.

Es un estado de sensación desplegándose en la pantalla de la presencia brillantemente viva, eso es todo.

No se trata de un problema que necesite solución, o una venda. Es una sagrada y preciosa parte de ti anhelando amor, aceptación, un abrazo, un descanso.

Has sido bendecido por la tristeza el día de hoy; fuiste elegido por ella como su hogar; no huyas de tan precioso regalo.

~ Jeff Foster

No creo en la astrología

– Mukunda, ¿por qué no te haces un brazalete astrológico?.

– ¿Qué, debo hacerlo, Maestro? Yo no creo en la astrología.

– No es cosa de creencia; la única actitud científica que debe tomarse sobre cualquier cosa, es ver si ésta es verdadera. La ley de la gravedad operó tan efectivamente antes de Newton como después de él. El cosmos estaría en una situación muy caótica, si las leyes no pudieran operar sin la sanción de la creencia humana.

Los charlatanes han traído a la ciencia estelar a su actual descrédito. La Astrología es muy extensa, tanto matemática como filosóficamente, y no puede ser correctamente absorbida, excepto por hombres de profundo entendimiento. El ignorante no sabe leer los cielos, y ve allí sólo garabatos en lugar de una escritura, como era de esperarse en este imperfecto mundo. Pero uno no debe desechar la sabiduría junto con el sabio. Todas las partes de la creación están eslabonadas e intercambian sus influencias. El ritmo equilibrado del universo está fundado en la reciprocidad -continuó mi Maestro-.

Las estrellas no tienen conciencia de benevolencia o animosidad; ellas envían únicamente radiaciones positivas o negativas. Ellas no ayudan ni perjudican a la humanidad, pero nos ofrecen un canal apropiado para la operación exterior del equilibrio de causa y efecto que en el pasado ha sido puesto en movimiento por el hombre.

Un niño nace en tal día y en tal hora, porque los rayos celestes están en armonía matemática con su karma individual. Su horóscopo es un mapa demostrativo de su inalterable pasado y de los resultados probables del futuro. Pero el mapa natal puede ser correctamente interpretado únicamente por hombres de sabiduría intuitiva, y éstos son muy pocos.

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La compulsión de satisfacer

Int: Todos los deseos son penosos, tanto los santos como los no santos.

Mah: No son lo mismo y el sufrimiento tampoco es el mismo. La pasión es penosa, la compasión — nunca. El universo entero se esfuerza para cumplir un deseo nacido de la compasión.

Int: ¿Lo supremo se conoce a sí-mismo? ¿Es lo Impersonal consciente?

Mah: La fuente de todo tiene todo. Todo lo que brota de ella debe estar ya allí en forma de semilla. Y de la misma manera que una semilla es la última de innumerables semillas y contiene la experiencia y la promesa de innumerables bosques, así lo No conocido contiene todo lo que fue o podría haber sido y todo lo que será o podría ser. La totalidad del campo de hacerse/volverse (become) está abierto y accesible; el pasado y el futuro coexisten en el eterno ahora.

Int: ¿Está usted viviendo en lo Supremo No Conocido?

Mah: ¿Dónde, si no?

Int: ¿Qué le hace a usted decir eso?

Mah: Ningún deseo surge nunca en mi mente.

Int: ¿Es usted entonces inconsciente?

Mah: ¡Por supuesto que no! Yo soy plenamente consciente, pero puesto que ningún deseo o temor entra en mi mente, hay silencio perfecto.

Int: ¿Quién conoce el silencio?

Mah: El silencio se conoce a sí-mismo. Es el silencio de la mente silente, cuando las pasiones y los deseos están silentes.

Int: ¿Experimenta usted deseos ocasionalmente?

Mah: Los deseos son sólo ondas en la mente. Usted conoce una onda cuando la ve. Un deseo es sólo una cosa entre muchas. Yo no siento ningún impulso de satisfacerlos, no hay necesidad de emprender ninguna acción al respecto. La liberación del deseo significa esto: la compulsión de satisfacer está ausente.

Int: Usted no es un ser humano instruido. Usted no ha leído mucho y lo que usted ha leído u oído, quizás no se contradecía. Yo estoy muy bien educado y he leído mucho, y he encontrado que los libros y los maestros se contradicen unos a otros irremediablemente. De aquí que todo lo que leo u oigo, lo tomo en un estado de duda. «Puede que así sea, o puede que no sea así» es mi primera reacción. Y como mi mente es incapaz de decidir lo que es verdadero y lo que no lo es, me quedo atrapado en mis dudas. En el Yoga una mente dubitativa es una tremenda desventaja.

Mah: Me alegra escucharlo; pero mi Gurú también me enseñó a dudar — de todo y absolutamente. Él me dijo: «niega la existencia a todo excepto a ti mismo». Por medio del deseo usted ha creado el mundo con sus sufrimientos y placeres.

Int: ¿Debe ser también doloroso?

Mah: ¿Y cómo no iba a serlo? Por su naturaleza, el placer es limitado y transitorio. Del sufrimiento nace el deseo, en el sufrimiento busca su satisfacción, y acaba en el sufrimiento de la frustración y de la desesperación. El sufrimiento es el trasfondo del placer, toda búsqueda de placer nace en el sufrimiento y acaba en el sufrimiento.

Extracto del libro de conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj titulado “Yo soy eso”.
Libro «Yo soy Eso» completo para descarga

Mensaje de Facundo Cabral

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho,
si digo «manzana» no es la maravilla innombrable que
enamora el verano, Si digo «árbol», apenas
me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre
fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un
día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras
al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que
hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi
padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del
encuentro), encontrarnos para confirmar que la
humanidad es una sola familia y que habitamos un
país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo
tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad
son todos pretextos), y debemos ser felices también
por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que
recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la
Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de
tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto
a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas
noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño
que nace es una buena noticia, cada cantor es una
buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos,
por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo
esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena
noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque
cada vez que estaba por aprender algo llegaba la
felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque
sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el
corazón.Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para
hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que
siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le
puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya
no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te
encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que
te envenenan desde la mañana, a los que quieren
dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir «basta»
al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser),
es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta
que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del
frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la
lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a
la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar
hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el
otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que
teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos
lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los
últimos rincones del mundo, donde nos espera el
compinche, uno más, el que continúa la línea que será
un círculo que abarcará el planeta. Esta es la
revolución fundamental, el revolucionarse
instantáneamente para armonizar con la vida,
que es cambio permanente, por eso nos vamos
encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento
porque todavía no gozaste la más grande alegría ni
sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche
para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.

Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me
costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y
respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se
muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de
la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud
dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate,
recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la
eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no
abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu
madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero
no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no
sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te
distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el
poder para ser libre en este mismo momento, el
poder está siempre en el presente porque toda la vida
está en cada instante, pero no digas «no puedo» ni en
broma porque el inconsciente no tiene sentido
de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada
vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el
resentimiento y la culpa, responsables de nuestras
enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más
grande que el perdón, no hay nada como vivir sin
enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto
para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el sentimiento
y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea)
y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de
nuestra vida, es distraerse de ella.

El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al
bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que
enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones,
por eso nada de lo que nos sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces
ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.
Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu
vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe
ser será, y sucederá naturalmente.